Aparentemente, se suponía que el base armador de los Phoenix Suns, Chris Paul, no jugaría en el Juego 4 de su serie de playoffs contra Los Angeles Lakers. Sin embargo, como era de esperar, CP3 dijo que no.

Después de la victoria de los Suns por 100-92, Paul admitió que el entrenador en jefe Monty Williams le dijo antes del partido que lo dejaría fuera debido al problema del hombro que lo ha estado molestando. Sin embargo, el veterinario de los Suns respondió con un firme «infierno no» antes de señalar que su fe y las oraciones de su familia lo ayudaron a superar el concurso.

“Me reuní con el entrenador antes del partido. Me dijo que me iba a sentar. Le dije que no. Solo dame un par de minutos para ver qué puedo hacer. Dios es bueno. Vengo de una familia de oración. Mi mamá y mi papá todo el día oraron por mí ”, compartió Paul emocionado a ESPN, a través de Michael Scotto de Hoops Hype.

Chris Paul claramente no estaba en buenas condiciones de cara al concurso, como lo demuestra su mala producción en la derrota del Juego 3. En dicha pelea, el creador de juego probado en batalla contribuyó solo con siete puntos, cinco rebotes y seis asistencias. Con la forma en que jugó, no fue sorprendente que los Suns consideraran dejarlo fuera a pesar de la amenaza de caer 3-1 ante los Lakers.

No obstante, conociendo las consecuencias de una posible derrota, Paul luchó contra el dolor y ayudó a llevar al equipo a una gran victoria. Anotó 18 puntos, el máximo del equipo, además de nueve asistencias y tres robos para dar a los Suns una gran oportunidad de pelear.

El historial de lesiones de Paul en los playoffs está bien documentado. Dicho esto, Phoenix y sus fanáticos seguramente estarán encantados de ver al llamado Point God sacrificarse tanto y darlo todo por el equipo.

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