Las transformaciones de temporada baja se han convertido en la norma para los jugadores de la NBA este verano. Sin embargo, resulta que la superestrella de Los Angeles Lakers, LeBron James, está adoptando un enfoque diferente. Si bien la mayoría de los jugadores han aumentado de peso este verano, el gerente general de los Lakers, Rob Pelinka, ha revelado que LeBron en realidad ha reducido su peso (h / t Chris Mannix de Sports Illustrated):

El entrenador de los Lakers, Frank Vogel, habló anteriormente sobre cómo el propio Anthony Davis ha tenido una transformación «imponente» en la temporada baja. Parece que AD ha ganado mucho músculo durante el verano, y será interesante ver qué tipo de impacto tendrá esto en su juego.

LeBron James, por otro lado, ha adoptado una mentalidad diferente. En lugar de trabajar en su masa corporal, la estrella de los Lakers ha decidido recortar su peso antes de la nueva temporada. James ha estado en el juego durante casi dos décadas y no se puede negar que conoce su cuerpo extremadamente bien. En este punto de su carrera, él claramente cree que perder algunos kilos es la mejor manera de acercarse a lo que muchos creen que será una temporada de campeonato o derrota para Los Ángeles.

LeBron James, Rob Pelinka y los Lakers tienen una ventaja fundamental al entrar en esta temporada: estarán descansados. Tuvieron que comenzar la temporada de la NBA de 2021 (no los juegos reales, sino el campo de entrenamiento) aproximadamente un mes y medio después de ganar las Finales de la NBA de 2020 en la burbuja de Orlando.

La falta de una temporada baja de duración normal después de un viaje mentalmente agotador en Orlando dejó a los Lakers fritos para la temporada siguiente. Los dejó vulnerables a una serie de lesiones que los dejaron agotados y gravados al final de la temporada.

Los Lakers cayeron en la ronda de entrada de la NBA, sobrevivieron a una batalla de un juego con los Golden State Warriors y luego fueron abatidos por las lesiones de Anthony Davis y otros en una derrota en la serie de seis juegos ante los Phoenix Suns.

LeBron James y Rob Pelinka confían en el descanso acumulado y un calendario normal para darles a los Lakers el refrigerio que necesitan para reclamar el Trofeo Larry O’Brien.

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